sábado, 26 de noviembre de 2011

Cuatro.


Después de un tiempo.
Aprendí la diferencia entre caminar solo y caminar agarrando una mano,  aprendí que del amor no se escribe sí no se conoce, y que estuve errado durante un tiempo intentando escribir sobre algo de lo que apenas conocía vestigios.

Con el paso del tiempo conocí la importancia de vivir cada día y minuto a minuto de la mejor forma posible,   simplemente debo despertarme todas las mañanas e intentar ser feliz y más que eso dar lo mejor de mí.

Entendí que el amor no es solo compañía, es más que seguridad, que bienestar que estabilidad y que mil cosas más. Entendí que no puedo definir algo tan grande como eso, y que por mas entradas que logre escribir del asunto siempre me quedaré corto en cuanto a explicaciones.

Comprendí que las derrotas no se afrontan de otra forma que con la cabeza en alto y que cada caída es una nueva oportunidad para levantarme. Me entere que cada tropiezo es mucho más fácil de superar si hay una mano que ayude a levantar. Supe que los caminos se construyen en el hoy porque el mañana es más inseguro que el ayer.

Después de un tiempo descubrí que en cuanto al amor, nada es demasiado. Que si es calor a veces quema, el amor nunca desgasta. Con el paso del tiempo supe que el amor hay que cultivarlo y cuidarlo como la más linda planta, eso del amor no se da por ahí en cualquier árbol.

Con el tiempo, me di cuenta que eso, el tiempo, pasa de la manera que debe pasar, que apresurar o enlentecer las cosas lo que único en lo que resulta es en que al final no sean como debían ser. Con el paso de los días me he dado cuenta que lo mejor no es pensar en el futuro sino vivir el presente.

Conforme paso el tiempo conocí como es dormir acompañado de alguien a quien se ama, que se siente eso de despertarse a su lado y decirle de primero en la mañana ‘te amo’. Aprovechar cualquier momento en mitad de la noche para darle un beso, una caricia o una nalgada.

Aprendí lo importante de aprender las tallas de toda su ropa por si algún regalo de último momento, aprendí lo que se siente estar pendiente de alguien día y noche y saber que alguien esta cuidándolo a uno.

Entendí que a nuestro lado solo están las personas que deben estar, que las que se fueron simplemente ya pasaron y tuvieron su lugar y las que vendrán están esperando su momento para vivir en nuestra realidad.  

Me di cuenta que los amigos son pocos, o tal vez muchos. Que realmente hay personas que valen la pena y otras muchas que no valen ni el cansancio. Descubrí que un whisky, un café y un cigarrillo son tan divertidos como un partido de futbol, un reinado de belleza o unos premios musicales. Todo eso si se tiene a las personas correctas para comentar a nuestro lado.

Aprendí que pedir perdón no basta si no viene acompañado de acciones para remendar el error. Y que todos cometemos errores, muchos, pocos, todos los días y nunca vamos a dejar de hacerlo.

Descubrí con el pasar del tiempo lo espectacular que se siente amar, lo bonito de una relación, la seguridad de tener a alguien importante al lado y a veces lo necesario que puede llegar a ser.

Aprendí la grande diferencia que hay entre tener sexo y hacer el amor. Me entere lo increíble que es saberse y recorrer todos los pliegues y centímetros de la piel de alguien a quien uno ama y como pueden dos cuerpos unirse sobre una cama.

Entendí que cada día y cada segundo puedo demostrar mi amor, que nunca serán suficientes palabras, besos, abrazos o caricias siempre me harán falta más. Conocí lo grande del amor.

Conforme paso el tiempo, pude experimentar lo que se siente conocer a la suegra, no saber qué decir, que hacer, como hablar, sonreír demasiado o no sonreír más, pedir un whisky o un simple vaso con agua.

Comprendí en carne propia que la vida da tantas vueltas como quiere y que como dice mi madre "el mundo es un pañuelo". 

Me di cuenta que uso mi tiempo para andar escribiendo, que no pongo atención en clase por componer. Que soy egoísta y que le robo todo el tiempo que puedo al día para mí y para poder formar oraciones, supongo tengo que buscarle solución a eso.

Con el paso del tiempo, me di cuenta que a veces no es suficiente el tiempo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Vacaciones


Hoy se me desbordan las ganas que tengo de escaparme a su lado y vivir otra aventura juntos.
Tal vez tenga que comprar tan pronto como pueda una maleta para meter las ganas y que no se me pierdan, y que además me sirva para el viaje.
Esto es quizá lo más cuerdo que he querido en mucho tiempo. Y pues resulta que mi loca idea no es tan loca y mis ganas no son pocas.

Además soy yo el que está cansado de la monotonía de los últimos meses y el gris me circunda los días y solo su compañía, su amor y su sonrisa son capaces de cortar esa tonalidad y pintar la monotonía

En este momento la idea de unas vacaciones a su lado me hace palpitar el corazón, me llena de emociones y me ilumina la mirada justo como cuando supe de nuestro primer viaje juntos.

Quiero muy fuerte recorrer todos los destinos a su lado, quiero utilizar cada oportunidad que tenga para descubrir lugares, quiero llevarnos hasta donde nos alcance el dinero y nos deje el pasaporte. Como somos Colombianos seguro nos truncaran pasos, pero como estamos enamorados pasaremos cualquier frontera.

Tan solo hacerme a la idea de un viaje a su lado me llena de alegría.
Ya me estoy imaginando vernos caminar por algún lugar abrazados o tomados de la mano. Ya le puedo ver con sus gafas de sol que casi nunca se quita, y a mí con una sonrisa en la mirada todo el tiempo. Fácil nos veo dudando sobre dónde comer y decidiéndonos por el primer lugar que vimos y entrando a otro lugar porque no nos gusta o quedamos con hambre; puedo vernos necesitando 2 habitaciones en el hotel, una para nosotros y una para acomodar ordenadamente nuestro desorden. 

Aunque todavía no hemos decidido unas nuevas vacaciones, mucho menos hemos pensado en el destino, el clima o la fecha estoy seguro de que esto de vivir viene siendo un viaje compuesto de muchos viajes y más que eso, a mí, mi viaje el amor me lo está haciendo más placentero.

No necesito mucho para mis viajes, me es más que suficiente con que vaya conmigo. 

Prometo recorrer todos los caminos que pueda contigo. 

jueves, 17 de noviembre de 2011

Gracias...


Escribo por gusto, escribo por terapia, escribo por costumbre y por placer. Pero la mayoría de las veces escribo para escapar. Para huir entre las palabras y oraciones que a veces escribo. Y hoy como siempre, escribo para poder perderme entre las letras.
Aquí empiezo de nuevo… tengo que decir que las palabras, además de ser mi refugio también son mi única arma. Soy un caballero que defiende su reino armado solo de letras. Tal vez hay que reconocer que esa es la razón por la que abrí este blog, me canse de escribir para mí y decidí salir a luchar con todo mi arsenal. La verdad es que no recuerdo porque abrí este blog mucho menos me acuerdo porque comencé a escribir esto. Quizá la vida con sus azares quería que iniciara este blog, lo pienso y lo digo porque hace algunos meses una persona muy especial confesó admirarme por la forma en la que escribo, me cautivo con eso y con todo su ser.
Hoy, no es de esos días en los que escribo de amor convencido de que éste lo puede todo, mueve montañas y construye maravillas. Aunque estoy convencido y no me da miedo admitirlo, y más que eso agradezco con la fuerza que no tengo ese amor que hace algún tiempo tengo en mi vida. Ese amor que llego sin avisar a llenar en un instante todos mis instantes; a ser la razón, el porqué y la causa de mis felicidades. Si estás leyendo esto, te lo repito esta y mil veces: TE AMO y sé que lo he dicho una y mil veces pero no me cansaré de decirlo. Te he contado que no planeo escatimar palabras, besos, abrazos y momentos contigo.
Lo dicho, no vengo a hablar de eso. Ha sido una semana difícil, me he sentido muy triste y como nunca me había sentido así ha sido difícil caminar como lo venía haciendo. Sé en carne propia que no todos los días van a estar a mi favor y que las calamidades están a la orden del día y que por más que el viento no sople a mi favor la fuerza de mis piernas es suficiente para seguir andando.
Me esmero en convencerme que el tiempo dirá todo y que también lo cura todo. Supongo no bastará con ponerme relojes en todo el cuerpo para que me sane, sino lo que tengo que hacer es esperar a que el tiempo pase.
No planeo contar el motivo de mi desventura, me extendería demasiado.
Lo que quiero con esta entrada es agradecer.
Agradezco a quien le confieso mi amor con ´te amo´s´ desde hace un tiempo. Le doy muchas gracias por llegar a iluminar mi oscuridad. Le agradezco por estar siempre ahí, por su incondicionalidad, por sus empujones cuando no me quedan ganas de continuar, por darme tanta felicidad y por tantas cosas más.
Agradezco a mis amigos, a los incondicionales que puedo contar con los dedos de una mano. Que así como los cuento con los dedos, los considero como mis principales cartas en este juego de azar que viene siendo eso de vivir. Infinitas gracias por ser mi sostén, mi apoyo, mi hombro y mi equilibrio. 
Muchas Gracias también a las personas que me han dejado ser parte de sus vidas, no importa si fueron solo instantes o si ha sido por mucho tiempo, pero estoy seguro de haber entrado y permanecido en sus vidas con tal fuerza que nunca me olvidarán.
Y por último y más importante a mi familia. A mi madre, a mi padre, a mi hermana. Muchas Gracias por tanto, por todo por siempre.

Con el cariño que no alcanzo a medir.
Gracias.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Amo.


Vamos a hablar un poco; seré breve para contarlo todo.
Amo.
Amo su piel, su pelo y su cuerpo. 
        Sus gestos, sus miradas, sus sonrisas y sus carcajadas.
        Como me abraza, me acaricia, como me toca y como me excita.
        Como camina, como deambula. Como divaga y como olvida; 
        cuando recuerda, cuando vuelve y olvida. 

        Cuando me cuenta lo que quería y como me deja con intrigas, de las 
        historias de sus días.
        Y no alcanzo a imaginarme como amo cuando cocina.

        Cuando calla y me mira, sonríe y me fascina. Amos sus silencios y como
        me confiesa su amor con solo gestos.

        Pero amo más al hombre que soy a su lado. Hoy ya sé lo que es el amor
        y es que en medio de mi nada, llego, y encontré tanto. Lo encontré todo. 

        Amo.