miércoles, 25 de mayo de 2011

Un grito de ayuda.



Cierra tus ojos… veras que hoy hace frio.
Dame tu mano…  y sentirás mi pasado.
Acércate a mi pecho… y escucharas el latir de un corazón adolorido.
Un grito de ayuda.
Abre tu boca… y percibirás el sol del horizonte que nos contempla.
Escucha con detenimiento el titubeo de mis labios,
El anudamiento de mi garganta que sobresale hasta mis suspiros.
Cada sentimiento aprisionado que sale de mi cuerpo y se rompe en la punta de mi lengua.
En un sonido extraño… como lágrimas y risas, como la tierra seca mojándose por la lluvia.

Soy el príncipe azul de tu álter ego
                                                                                                                                

miércoles, 18 de mayo de 2011

Azul



Debería memorizar tu apasionante mirada, aprenderme lo profundo de tu sonrisa, saberme hasta el más pequeño de los detalles de tu rostro, desde la forma en la que cae tu cabello y ondea seguridad, hasta el modo en la que cierras tus ojos y muerdes tus labios a la hora de un orgasmo.

Pero es imposible vida mía. No se puede guardar la inmensa alegría que emana una de tus sonrisas, ni el destello que deja tu mirada o la apacible calma que produce el color de tu piel. Entonces me doy cuenta que me da miedo perderte… no me preguntes por qué me enamore de mirarte, no tengo la respuesta. Solo sé que te convertiste en la más bella pintura… en mi más necesaria heroína.

                                                                  Tu nombre se forma de mil y un colores.

miércoles, 11 de mayo de 2011

A destiempo.


Hace tiempo el amor tocó a mi puerta, a la mía, la que ya había sido tocada y se cerró por culpa de la distancia. Esos recuerdos que llegan a atormentar mis noches deben ser olvidados, es así como voy dejándote atrás y me voy alejando de todo lo que significas. 
Aun no te olvido en otros labios, ni te dejo en otro cuerpo. Paso mis noches acompañado del insomnio y de la luna que juntos contemplamos muchas veces y que me recuerda tu mirada. 
Acudí al tiempo para borrarme de la piel tus besos, tus caricias y de la mente tus ‘te amo’, pero siento que perdí mi tiempo. Te grabaste en mí como la más profunda de las cicatrices que lo único que hace es recordarme que una vez entregué todo escondido en un abrazo.
El olvido es cosa fácil, lo difícil viene en las noches cuando llegan los recuerdos. Uno a uno, como duelen… y es donde me convenzo que no debí quererte tanto. Ahora ya no hay un ‘nosotros’ solo somos tú y yo, como dos caminos diferentes.

Una vez tuve todo lo que quise en tu mirada,
 después te perdiste entre la gente. 

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cayendo




La reanimación no basta ya, mi inspiración esta en el suelo, permanece inmóvil y solitaria. Ignorando mis llamados. Se pierde en el frio de la calle y se ahoga en los ríos que brotan de mis ojos.

Le recuerdo constantemente, ansiosa por cambiar la historia en una sola palabra y subir a la terraza a contemplar la inmensidad de la oscura noche. Y ahora en su lecho entiendo la agonía de sus ojos. Intento sin fruto alguno reanimarla, ayudarla, convencerla de que estamos bien y de que puede seguir o quedarse en el lugar que le he reservado en mis brazos.

Con muy poca fuerza cae, cierra sus ojos. Se desvanece a causa del sufrimiento yo le sostengo entre mis brazos.
Solo me queda forzarme a acostumbrarme, aprender a estar así.