martes, 7 de julio de 2015

Cor



Inentendible me resulta la complejidad de esa ecuación que formaste… y resolviste. Triste más aun las repercusiones de haber sido parte de ella. Y aun mas vernos dispersarnos, indefinirnos, alejarnos.  Convertirnos en recuerdos.

Me perturba saber ahora de esa opacidad en tu mirada, de ese brillo incompleto que te acompaña. Ese tinte gris que te viste y que a veces la felicidad te escasea casi como ahora el aire entre los dos.

Entonces me visto en sueños, esos sueños que estaba construyendo. Mil realidades alternas, eso, realidades. Viajes programables bañados en suspiros en tricolores con caminos asfaltados de verdades, de deseos… sobre un suelo manchado de pasado.

Y me despierto, se me cae la sonrisa, se me nubla a mí la mirada y no sigo recorriendo ese camino. No se construyen amores con ladrillos embarrados de pasado, así no se pueden levantar cimientos propios. La desconfianza destruye hasta los edificios más altos, el silencio rompe cualquier puente entre los dos y la tristeza, esa oxida el alma.

Pobre navegante de mares en tempestades, no ha zarpado tu barco porque no has soltado el ancla. Vas a seguir naufragando sin haber partido si sigues pegado al pasado, si te siguen arrastrando al muelle. Haz algo, mátalo, dispara, tírate al mar, olvídalo, corta el ancla, vira a babor a estribor  y en cuanto a mí…


Te invito a navegar en un inmenso mar de calma