miércoles, 18 de mayo de 2011

Azul



Debería memorizar tu apasionante mirada, aprenderme lo profundo de tu sonrisa, saberme hasta el más pequeño de los detalles de tu rostro, desde la forma en la que cae tu cabello y ondea seguridad, hasta el modo en la que cierras tus ojos y muerdes tus labios a la hora de un orgasmo.

Pero es imposible vida mía. No se puede guardar la inmensa alegría que emana una de tus sonrisas, ni el destello que deja tu mirada o la apacible calma que produce el color de tu piel. Entonces me doy cuenta que me da miedo perderte… no me preguntes por qué me enamore de mirarte, no tengo la respuesta. Solo sé que te convertiste en la más bella pintura… en mi más necesaria heroína.

                                                                  Tu nombre se forma de mil y un colores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fascinante