miércoles, 11 de mayo de 2011

A destiempo.


Hace tiempo el amor tocó a mi puerta, a la mía, la que ya había sido tocada y se cerró por culpa de la distancia. Esos recuerdos que llegan a atormentar mis noches deben ser olvidados, es así como voy dejándote atrás y me voy alejando de todo lo que significas. 
Aun no te olvido en otros labios, ni te dejo en otro cuerpo. Paso mis noches acompañado del insomnio y de la luna que juntos contemplamos muchas veces y que me recuerda tu mirada. 
Acudí al tiempo para borrarme de la piel tus besos, tus caricias y de la mente tus ‘te amo’, pero siento que perdí mi tiempo. Te grabaste en mí como la más profunda de las cicatrices que lo único que hace es recordarme que una vez entregué todo escondido en un abrazo.
El olvido es cosa fácil, lo difícil viene en las noches cuando llegan los recuerdos. Uno a uno, como duelen… y es donde me convenzo que no debí quererte tanto. Ahora ya no hay un ‘nosotros’ solo somos tú y yo, como dos caminos diferentes.

Una vez tuve todo lo que quise en tu mirada,
 después te perdiste entre la gente. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La ausencia es el recuerdo que más esta presente.

Nadia L. Orozco dijo...

¡Bello y doloroso!

Unknown dijo...

Me encanta.
Me identifico totalmente con este escrito.

Felicitaciones