viernes, 17 de febrero de 2012

...Se Lamenta


Se lamenta… y llora.
Se siente muy avergonzado de lo que hizo hace poco, no de lo que ha venido haciendo estos años, porque ése es el. El que es feliz, el que ve su corazón latir cuando confiesa vivir de una forma diferente.

No puede contener las lágrimas y su almohada no aguanta tanta humedad…  Se seca los ojos y las mejillas intrusivamente. Se le van a agotar las lágrimas, y las telas con las que limpia su amargura.

Necesita tranquilizarse, tomarlo todo de una manera más suave. Pero le duele, le lastima, le avergüenza y le condena que después de que acepto abrir su corazón, lo hizo en vano.

Ya no se da cuenta cuando llora, pero no ha parado de hacerlo. Nunca le gusto mojar su cara con otra cosa que no fuera la lluvia, menos deseo llenarse de tantos nudos en la garganta, sobretodo porque no sabe como desatarlos…

Todo es un ir y venir de emociones, que si nunca ha entendido, en este momento le queda más difícil eso que respirar pausadamente. Y siente tristeza, le inunda el llanto. Se culpa y se atormenta. Aunque no es su culpa. Ya no sabe si es un mal hábito o un buen vicio eso de evitar culparse por decepcionar a los demás o a sí mismo. Pero siempre pasa.

En su cabeza guarda tantas memorias con momentos y situaciones felices. Y no las olvida. Siguen ahí, solo que ahora están opacadas por la tristeza del momento. Necesita dejar de estar triste. Quiere florecer de entre el más sucio pantano, como las más lindas flores.

 Aun le duele en su interior la decepción causada a alguien, aunque no es su culpa. Tiene que arrancarse de su piel la decepción sentida y causada. Y entonces perdonarse. Pero tiene que buscar el momento, porque esas cosas tan maravillosas, solo pasan a solas y con absoluto silencio.

Y entonces cuando se acuerda de los sucesos,  ahora son solo eso, sucesos. Una lagrima, un nudo y una tristeza salen a flote. Por eso llora, ¿Por qué será tan difícil matar recuerdos y asesinar pensamientos?

No hay olvido en este tipo de sucesos Cuantos más recuerdos, más lamentos. Y la tristeza inunda pero no ahoga. Sabe en carne propia que la única que inunda y ahoga es la felicidad.

Por eso aunque la vida se pone dura, sonríe, sonríe y sigue sonriendo. 

 Caer es también una forma de volar.

2 comentarios:

Adrián Hincapié Díaz dijo...

Por eso aunque la vida te ponga trampas y el camino se vuelva difícil, así te caigas, párate, sacude el polvo y pisa con mas fuerza.

cRaYoLa dijo...

Dime que leíste mi entrada de: "Se esconde" y me sentiré importante. :P
Saludos. :)